Los de 1° de la ESO nos hemos ido este verano durante dos semanas a las Cabañas. Un lugar muy mítico, archiconocido, que no deja a nadie indiferente. Pero como nuestro equipo ya estaba más que experimentado, se ha optado por una convivencia en la que las excursiones se han convertido en el plan habitual: pozas, saltos, chapuzones, excursiones al monte, acampada nocturna en lo alto de un pico, el alcázar de Segovia, escalada con el maestro Edu Baños y muchas cosas más.
Esta convivencia es solo para los de primero de la ESO y con los otros clubs (Valderribas, Zarco y Palomeras) nos lo hemos pasado en grande.
Comimos un dia en la casa de los Galindo, la Pedri, y aunque no nos bañamos porque no daba tiempo, mamá Galindo hizo un arroz con leche expectacular.
Pero la excursión que más moló se reservó para el final. Se ve que lo bueno se hace esperar. Nos fuimos a unas piraguas en un embalse cerca de Rascafría, y entre los chapuzones y la comilona en la playa, pudimos presenciar una de las batallas navales más memorables que se recuerdan. Hubo alguno que fue derrotado tres veces perdiendo su gorra por el camino.
Fuera de bromas, ha sido una convivencia increíble con unos planes que de seguro repetiremos el año que viene. Cada vez más mítico.
